30 de octubre de 1967 – Paul McCartney, Mal Evans y el camarógrafo Aubrey Dewar volaron a Francia para rodar algunas secuencias en diversas localidades de Niza.
McCartney olvidó su pasaporte y dinero pero se las arregló para burlar a las autoridades inglesas diciendo que su pasaporte estaba en Francia. Una vez en Niza dijo a los funcionarios franceses que el pasaporte se había demorado y que lo recibiría más tarde por medio de un mensajero.
Teniendo en cuenta que McCartney era una celebridad mundial, las autoridades de Francia no se negaron para extender una autorización momentánea de entrada al país hasta que llegase el pasaporte, olvido que Mal Evans se encargó de arreglar enviando el documento.
Paul tuvo que telefonear al asesor de los Beatles, Peter Brown, solicitando una lente adecuada para la cámara y algo de dinero. Brown se quedó perplejo cuando se enteró que Paul se había ido a Niza en secreto, no tenía ni idea de sus intenciones de rodar allí y sobre todo le sorprendía que McCartney hubiera logrado salir del país sin su pasaporte, dado que este documento estaba en poder del propio Brown. Por teléfono Paul le contó su idea sobre The Fool On The Hill.
Se alojaron en un hotel y contrataron a un taxista, quien les despertó a las 3.30 de la mañana siguiente.
En total el coste de la escapada de Paul para rodar unas cuantas imágenes en Niza ascendió nada menos que a cuatro mil libras.